TROTAOCTUBRE10

El maravilloso


viaje de


Carlos Zapatera.


«La Ruta de la Seda en Bicicleta».

En Estambul empezo y acabó en Bishkek capital de Kirguizistán.

40 minutos de historias, peripecias, encuentros con gente maravillosa que relató en el Bukowski.


Los que no estuvieron… bueno pues lo siento, los que nos reimos con él, pues nos fuimos a la cama con una buena sonrisa y soñando con camellos de dos jorobas.

Como esta maravillosa tesnica no me permite subir el power point que nos enseño Carlos, os ofrezco su página y así veis todos sus viajes y en concreto el de la ruta de la seda que nos contó.

PINCHA AQUI PARA IR A PAGINA DE CARLOS
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PAGINA DE CARLOS ZAPATERA. (la ruta de la sedä)

Y SEGUIMOS CON LOS CUENTACUENTOS.

Seguimos entendiendo que contar,

es la esencia del viaje  y el

CUENTO el alma de los viajeros.

Disfruta con nosotros

Un ejemplo:

LA SANDÍA DE ORO

Erase una vez un hombre muy pobre que trabajaba de sol a sol para conseguir la mejor cosecha en su pequeña terruño.

Tenía familia pero no tenía dinero para que sus hijos fueran a estudiar.

La primavera llegaba y un día, cuando el hombre trabajaba en sus campos, vio una cigüeña volando que de repente caía al suelo rompiéndose las patas y las alas.

El hombre pobre la cogió y se la llevó a su casa para curarla.

Pasado el tiempo la cigüeña se recuperó y el hombre la soltó para que volviera a su nido.

Otro día, yendo como todos los días a su tierra a trabajar, volvió a ver a la cigüeña. El pájaro se acercó al campo y dejó caer unas semillas que llevaba en el pico.

El hombre las plantó y cuidó, y en unos días aparecieron unas hermosas plantas de sandía.

Al poco tiempo las sandias se hicieron muy grandes y maduraron. Entonces llamo a sus vecinos y parientes para que le ayudaran a recolectarlas.

Terminada la cosecha y ya en casa intentaron probar las sandias, pero les fue imposible cortarlas así que el hombre pobre fue a por un enorme cuchillo.

Fue grande la sorpresa de todos cuando del interior de las sandias empezó a salir mucho oro y piedras preciosas.

El hombre muy contento dijo a sus invitados:

–       Amigos, desde hoy dejamos de ser pobres, podemos comer todo lo que queramos y nuestros hijos podrán ir a estudiar a la Madrassah, ahora somos ricos. Tomad, tomad hermanos hay mucho dinero, suficiente para todos.

Este hombre tenía un vecino muy rico, era codicioso y nunca ayudó a los pobres, por eso la gente del pueblo no le tenía mucha aprecio.

Un día el hombre rico se encontró con el que hombre pobre y le pregunto:

–       ¿Cómo fue que te hiciste rico de repente?

–       Oh, fue muy interesante. – Y le contó la historia de la cigüeña.

Después de conocer la historia el hombre rico fue a los cañaverales donde a veces aparecía la cigüeña y la esperó.

Cuando apareció volando cogió una gran piedra y se la lanzo a la cigüeña que cayó al suelo rompiéndose las patas y las alas. El hombre rico la recogió y se la llevó a su casa para curarle las heridas. Después de varios días el pájaro curado se marchó.

Al poco tiempo volvió con unas semillas de sandía en el pico y se las dio al hombre rico. Este las plantó y las cuidó hasta que crecieron, se pusieron muy gordas y maduraron.

Después de recoger los frutos llamó a sus parientes. Cuando fueron a cortar la sandia, de pronto, de dentro salieron un montón de avispas enormes que empezaron a picar al hombre rico y sus invitados.

El era un hombre codicioso y mentiroso y es por eso por lo que no podía ser tan rico como sus vecinos.

HASTA LA PROXIMA

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